viernes, 7 de junio de 2013

LOS BIEMBIENES (República Dominicana)

Ligado al mito de la ciguapa y al de los indios, aparece la leyenda de los biembienes o vienvienes. Desde el siglo XVIII, la existencia de estos seres se sitúa en unas montañas llamadas Bahoruco, donde se refugiaban los negros cimarrones que huían de la esclavitud colonial y algunos indios levantados contra la ocupación española.

Junto con algunas similitudes lingüísticas con el indiene francés y el vienvien haitiano, (vocablos que designaban al indio y al mestizo de negro e india respectivamente) todo lleva a pensar que a estos hombres alzados los transformó la fantasía popular en seres de leyenda. Los biembienes son seres salvajes, conformados en clanes escondidos en las montañas. Viven desnudos y de forma irracional, y emiten gruñidos como único lenguaje. Su aspecto es feo y desagradable, tienen el cuerpo enjuto, deforme y de muy baja estatura.

Dicen que son ágiles trepadores de árboles y barrancos y que atacan en grupos desordenados. Aseguran las leyendas que estos hombrecitos de las cordilleras, salen de noche de sus escondrijos a proveerse de alimentos en los conucos, y que como la ciguapa, dejan huellas al revés para que no se les descubra el paradero.

Se asegura que entre los biembienes hay algunos que comen carne humana obtenida por sacrificio. Se llaman "mondongos" y tienen el pelo rojo amarillento. Añade la leyenda que cuando alguna persona se acerca al territorio de los biembienes estos lo espantan con gritos y alaridos amenazadores...

BACÁ (República Dominicana)

según las creencias de quienes admiten su existencia, es un ser exigentes que requiere de quien lo posee enormes sacrificios consistentes hasta en personas de la familia, por eso, la enfermedad o muerte de un miembro de la familia a quien se le atribuye la posesión de tal ente, es siempre considerada como obra de este y no por la disposición de quien lo regula en el mundo.

Antolín El Cibaeño, un amigo que conocí en La Maguana hace mucho tiempo recibió de María Francisca el regalo de dos gatos negros, para el cuidado de su almacén no hace muchos años, cuyos animales crecieron muy hermosos gracias al cuidado que se les dio, pero resulta que un día un campesino se aventura a pasar a un apartamento contiguo a la tienda del Señor Antolín y se encuentra que sobre la mesa está sentado uno de los gatos relamiéndose su pata, dando eso lugar a que el campesino saliera del lugar muerto de miedo para decirle a un compañero que le esperaba fuera, ! Compadre, me he salvado de casualidad, ese hombre tiene un pichón!

Se refería a un Bacá que tenía el Señor Antolín en su casa para que le prosperara el negocio, y ese hombre debe estar pensando que estuvo en lo cierto al ver que Don Antolín, al dejar el comercio, se dedicó a la ganadería con relativo éxito y que un año después se suicidó ahorcándose de un árbol.

BRUJAS (República Dominicana)

La leyenda de las brujas en la República Dominicana es una herencia de Europa, que aun conserva los ecos de las creencias medievales de viejo cuño. Nuestras brujas son seres de la noche, mujeres de aspecto envejecido y tétrico, de alma perversa. Como en la vieja tradición, las brujas vuelan en escobas, aunque aqui prefieren convertirse en aves de buen tamaño y revolotear sobre las casas, emitiendo graznidos espantosos. 

Aseguran, que las brujas se quitan la piel antes de volar, que la ponen en remojo en una tinaja, y que luegon alzan el vuelo diciendo ¡Sin Dios ni Santa Maria! para acceder a las fuerzas mas oscuras. Cuenta la gente que cuando vuelan, emiten risas y cantos incomprensibles, cuando no resoplan al viento un claro fo-fo-fo, que utilizan también para ahuyentar a los que las descubren. 

Dicen los campesinos que cuando las brujas no vuelan por las noches, descansan bajo las matas de platano de los conucos. Las brujas succionan la sangre de los niños, y la extraen directamente del ombligo o del dedo gordo del pie, a traves del peciolo hueco de una hoja de higuereta Ricinus comunis, o del de una hoja de lechoza, Papaya carica. 

Se cree que las brujas no atacan a los hijos de sus compadres, ni a los mellizos o gemelos. En todas las comunidades rurales hay historias de brujas que fueron descubiertas en pleno vuelo. El proceso de atrapar a una bruja se conoce como "tumbar a una bruja", y los "tumbadores" son personas con cierto poder, que conocen las oraciones y los rituales especiales para este fin. Dicen que cuando se atrapa a una bruja hay que esperar el amanecer, pues cuando sale el sol el encantamiento se rompe y se puede descubrir la identidad de la maligna mujer. Aseguran que cuando llueve y hace sol, en algun lugar escondido se esta casando una bruja... 

EL COMEGENTE (República Dominicana)

Cuentan las crónicas dominicanas, que a finales del siglo XVIII, existió un sanguinario asesino a quien por la índole de sus crímenes, sospecharon antropófago y sobrenombraron el Comegente. Se describe este hombre como "negro, que parece indio; el pelo como los demás negros pero muy largo; de estatura menor que lo regular, bien proporcionado en todos sus miembros, y tiene de particular los pies demasiado pequeños". 

Durante mucho tiempo, las atrocidades que cometía el Comegente aterrorizaron a la población, y se urdieron en torno a el las mas oscuras especulaciones. Se dijo que había ido a Haití, donde aprendió la hechicería; que podía estar en muchas partes a la vez; que recorría largos caminos en una sola noche valiéndose de medios sobrenaturales. La gente aseguraba que mataba a sus victimas con una especie de garrocha, y afirmaba que no se podía atrapar pues en cuanto sus pies tocaban un río o arroyuelo, desaparecía en el aire dejando un olor nauseabundo tras de si. 

Lo cierto fue -de acuerdo a las crónicas- que el aborrecible asesino, tras muchas noches de búsqueda por las comarcas, finalmente se atrapo. Atribuyen la hazaña a un campesino conocido como "seno Antonio", quien el día de San Antonio, haciendo uso de un "bejuco de brujas" , ato al Comegente y lo trajo a la capital donde se condeno a muerte y se ejecuto sin que quedaran registrados históricamente los detalles criminológicos del proceso. En nuestros días, el Comegente es un ser legendario. Se afirma todavía que deambula por los caminos con su garrocha...

EL GALIPOTE (República Dominicana)

El Galipote ~ El Lugaru ~ El Zangano

La tradición mágica que cuenta del poder de hombres que pueden convertirse en animales, se materializa en nuestras leyendas en la figura del galipote. No obstante, también se llama galipote a aquel hombre que se convierte en objetos inanimados, como troncos de árboles y piedras, a aquel que transfiere su conciencia a un animal, y al que por poderes mágicos han convertido en un animal para diversos fines. 

Según la creencia los galipotes son crueles y violentos, de una fuerza tremenda y de una inmunidad increíble a las armas. Otras leyendas aseguran que a estas criaturas solo les gusta hacer maldades a la gente, tales como impedir el paso a caminantes nocturnos, extraviarles el camino o espantarlos en las zonas oscuras. No pocos parajes del país son tenidos como lugares de galipotes, y cuando es menester atravesarlos el viajero se vale de conjuros y amuletos para ahuyentar a estos seres. El galipote que se convierte en perro se denomina lugaru. Este vocablo proviene del francés loup-garou, que designa al legendario hombre lobo o lobizón de la leyenda licantrópica universal. 

Nuestro lugaru es una herencia de la tradición mágica europea con algunos elementos africanos, y como no hay lobos en el caribe, es el perro el que la encarna. Por otro lado, el galipote que camina dando zancadas de gran altura o vuela convertido en ave nocturna, se denomina zangano o zancu. Se cuenta que este ser succiona la sangre de los niños durante las noches y es vinculado a supuestas actividades sexuales con infantes. Dicen que también puede hacerse invisible. Los conocedores de estos seres, sostienen que solo son inmunes a la rama de un árbol llamado popularmente "palo de cruz", que tiene que ser cortada un Viernes Santo. Otros dicen que es menester utilizar un arma blanca que haya sido bendecida con agua y sal, o utilizando la magia atribuida al perro cinqueno.

LOS INDIOS DE LAS AGUAS (República Dominicana)

Los indios es el nombre mítico que se da a seres fabulosos que habitan en cuevas sumergidas de ríos y lagos, y en el interior de las cavernas de las montanas. Este mito según algunos historiadores, no es mas que el concepto desnaturalizado de nuestros aborígenes. Otros consideran que proviene de la leyenda indígena de un ídolo llamado Opiyelguobiran, "que se escapo y se fue a una laguna y nunca mas lo volvieron a ver", y que se ha ido transformando como elemento de retención taina en las tradiciones orales.

Lo que se afirma es que los indios son hermosos, las mujeres sobre todo, pues estas tienen la piel canela, unos ojos negros muy grandes, un cuerpo de formas perfectas y unos larguísimos cabellos negros. Para muchos son seres inofensivos y generosos; sabios de la ciencia medicinal de las yerbas y los minerales, y sobre todo poseedores de una magia antigua y poderosa. 

Otros dicen que son peligrosos y temen bañarse en las aguas profundas y poco conocidas. En muchas regiones, las historias sobre los "Charcos de los indios" se cuentan para alejar a los niños que a escondidas se van a bañar al río. Les aseguran que en ocasiones estos seres se enfurecen, que desatan terribles embrujos que recaen incluso sobre el lugar, y que se los pueden llevar. 

De las indias se dice que salen de las aguas en las noches de plenilunio a destrenzar sus largas cabelleras con peines de oro. Otras salen a buscar a los hombres que merodean por el lugar, y se los llevan hasta sus cavernas para no regresarlos jamás.

Los indios ocupan un lugar importante en el panteón de los dioses de la religiosidad popular. En la magia vuduista dominicana, los indios conforman la "División Indígena", y los brujos y adivinos los invocan ante los altares adornados con copas rebosadas de agua, y algunas replicas de cemies tainos. "Han visto a un santo indio de cuatro patas, salir de su caverna todas las noches a bañarse en el río" -dicen en algunos campos.

LA JUPIA (República Dominicana)

Las opias eran para los indios las animas de los hombres muertos; una
especie de espíritus femeninos del aire que hacían aparición incorporal
durante las noches. Junto a esta entidad, aparece en la leyenda indígena
el operito, fantasma nocturno con forma humana, que era conocido porque al
no ser engendro natural de útero humano carecía de ombligo. Hoy la
leyenda indígena es recordada por los campesinos en la aparición de la
Jupia, mujer fantasmal que ronda por los montes oscuros en las noches
silenciosas y profundas de los campos...