viernes, 5 de abril de 2013

Caá- Yarí


Caá- Yarí


Deidad de origen guarani que, por modificaciones e influencias sufridas en la época de las misiones jesuíticas, redujo sus dominios a la yerba mate. Actualmente el mito perdura en los yerbales correntinos y misioneros, aunque su leyenda tiene origen en Paraguay.
En este punto llega a unirse con la “leyenda de la yerba mate”, ya que Caá-Yarí también seria una joven que fue transformada en planta como forma de asegurarle la eternidad, aunque a diferencia de la anterior , Caá Yarí recupera la forma humana para acercarse al hombre .Algunos estudiosos , que se apoyan en los relatos de los mineros ( termino Yerbatero , utilizado en Paraguay, que designa a los peones que van al monte para desgajar la planta de yerba mate), aseguran que Caá-Yarí es una diosa protectora y dueña de los yerbales.
Ayuda a los hombres que pactan con ella. Pero no todo es tan sencillo, para obtener sus beneficios es necesario hacer votos frente a una mata de yerba Mate, sobre la que se promete no tener relaciones con otra mujer, indicando en un papel, que allí se deja, la hora en que el minero regresara para ver a Caá-Yarí.
El encuentro con ella es un gran desafió…La diosa probara el amor del hombre enviando sobre él víboras, sapos, tigres y otras alimañas del monte. Si el hombre es valiente y no huye, Caá-Yarí se presenta como una hermosa mujer rubia. En ese momento debe renovar sus votos de fidelidad, y desde aquel día, cada vez que el minero se disponga a realizar el trabajo de cortar yerba, caerá en un profundo sueño y la diosa será la que realice por él la ardua tarea. Nadie puede verla, excepto quien haya pactado con ella, así beneficiara alhombre con múltiple artimañas, como subirse sobre la carga de yerba mate para aumentar el peso…y la paga.
Esta tentadora deidad también puede ser peligrosa:
Si Caá-Yarí descubre que el hombre le ha sido infiel con otra mujer, lo matara….
Cuando en las plantaciones de yerba mate algún minero muere, se dice que es porque traiciono a Caá-Yarí, y la diosa oficio su mortal venganza, cobrándose la vida del hombre traicionero.

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